La vida es como un camino, por el que siempre vamos avanzando, a veces más deprisa, otras más despacio, en función de las circunstancias que vamos teniendo en cada momento. Pero siempre, pase lo que pase, sean buenos o malos los avatares que nos acompañen, el camino de la vida es una oportunidad para crecer, para madurar, para seguir avanzando en la consecución de nuestras metas.
Los problemas, las alegrías, los lugares, las personas,... que forman parte de nuestra vida y de nuestro camino son los que nos van a ayudar a tomar las decisiones que creamos más acertadas para hacer que nuestra senda sea productiva y sirva de verdad para acercarnos a nuestro destino: ser felices junto a los que nos rodean.
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