Como sabéis, una de las actividades principales que realizamos con nuestros alumnos es el Camino de Santiago y, en ella, asemejamos la vida humana con el Camino. De hecho, decimos que la vida es como hacer un camino: sabes
desde dónde empiezas y con quién empiezas (familia, amigos), te vas
encontrando gente por el camino, algunos te ayudan, otros los ayudas tú,
otros son indiferentes,... (igual que en la vida), cada día se llega al
final de la etapa con el propio esfuerzo, aunque a veces se reciba
alguna ayuda (como en la tarea que hay que realizar diariamente),... Es
decir, podemos establecer paralelismos entre nuestra vida y el Camino,
de forma que podamos obtener enseñanzas que luego podamos llevar a
nuestra vida particular.
Una cosa similar ocurre con el texto que recibí por correo hace unos pocos días. Se titula "El tren de la vida" y, al igual que hacemos con el Camino, asemeja la vida humana con un viaje en tren.
Por su sencillez e interés pedagógico, lo reproduzco a continuación tal
y como me lo mandaron... Posteriormente, tras una breve búsqueda por
internet, pongo un vídeo con el mismo texto, algo más ampliado, con
imágenes y música.
Esta parábola
moderna, sobre el discurrir de la vida, nos puede ayudar a comprender
las diferentes etapas y fases de la vida como un todo dinámico, en
permanente cambio y evolución, desde un origen, el nacimiento, hasta un
destino final, que va más allá de la muerte física, apuntando hacia una
realidad espiritual... En definitiva, puede ser un texto que nos ayude a
situarnos y reconocernos en la etapa de la vida en la que estamos, para ayudarnos a poner perspectiva a nuestras
ilusiones y esperanzas y darnos cuenta de las cosas que realmente son
importantes: la buena convivencia, el amor, el perdón, el compartir lo
que somos y tenermos... Es decir, darnos cuenta de todo aquello que nos
puede ayudar a conseguir la felicidad que todos queremos y buscamos...
¿Te subes al tren de la vida? Aquí están el texto y el vídeo...
El tren de la vida
"La vida es como un viaje en un tren, con sus estaciones, sus cambios de vías,
¡¡sus accidentes!!! Al nacer nos subimos al tren y nos encontramos con nuestros
padres, y creemos que siempre viajarán a nuestro lado, pero en alguna estación
ellos se bajarán dejándonos en el viaje solos. De la misma forma se subirán
otras personas, serán significativas: nuestros hermanos, amigos, hijos y hasta
el amor de nuestra vida. Muchos bajarán y dejarán un vacío permanente.. Otros
pasan tan desapercibidos que ¡¡ni nos damos cuenta que desocuparon sus asientos!!
Este viaje estará lleno de alegrías, tristezas, fantasías, esperas y despedidas.
El éxito consiste en tener una buena relación con todos los pasajeros, en dar lo
mejor de nosotros. El gran misterio para todos, es que no sabemos en qué
estación nos bajaremos, por eso, debemos vivir de la mejor manera, amar,
perdonar, ofrecer lo mejor de nosotros... Así, cuando llegue el momento de
desembarcar y quede nuestro asiento vacío, ¡¡¡¡dejemos bonitos recuerdos a los que
continúan viajando en el tren de la vida!!!! Te deseo que el viaje en tu tren
para el año que viene sea mejor cada día, cosechando éxitos y dando mucho amor. ¡Ah!
y te doy las gracias por ser uno de los pasajeros de mi tren. ¡Feliz Navidad y un
Próspero Año 2014!".
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