Aunque con algo de retraso, por fin puedo compartir con todos la gran experiencia del Camino de este curso. Desde la salida el sábado 16 de marzo hasta la vuelta, a primera hora de la mañana del sábado 23, fue una semana de convivencia intensa, de esfuerzos compartidos, de amistades y relaciones humanas, de trabajo colaborativo y de descanso relativo... Pero todo ello ha hecho que la experiencia del Camino, una vez más, y ya van once ediciones, haya sido una actividad muy positiva y beneficiosa para los alumnos y alumnas que han participado en ella.
Como ha sido siempre, el Camino lo hemos preparado entre los Departamentos de Religión de varios Institutos (cuatro en esta ocasión): la Sección de Paracuellos del Jarama del IES "Doctor Marañón", con 23 alumnos participantes, el IES "León Felipe", de Torrejón de Ardoz, con 2 alumnos, el IES "Don Pelayo", de Los Hueros, con 11 alumnos, y nuestro IES "Grande Covián", de Arganda del Rey, representado por 13 alumnos más 2 hijos de profesores. En total, han sido 51 jóvenes los que han realizado el Camino, acompañados por 11 adultos, entre profesores, padres, monitores y dos misioneras del movimiento "Verbum Dei", que siempre nos ha acompañado en esta actividad.
Así, desde el comienzo del Camino en Sarria, pasando por Portomarín, Palas de Rei, Ribadiso, Pedrouzo, Monte do Gozo y Santiago, 115 km. han sido testigos de nuestra peregrinación hasta dar el tradicional abrazo al apóstol en la Catedral de Santiago.
Pero esta inolvidable experiencia no hubiera sido posible sin la participación de todos y cada uno de los peregrinos que la realizaron y, especialmente, sin la ayuda y colaboración de todos y cada uno de los adultos que me ayudaron a prepararla y a llevarla a cabo. Desde aquí mi más sincero agradecimiento a Yadira y Dinorah, las dos misioneras de Verbum Dei, que nos echaron una buena mano en la atención a nuestros alumnos, durante cada etapa y en las dinámicas por las tardes; a Rafa, Isa y Raúl, familiares de algunas peregrinas de Paracuellos, que también nos ayudaron mucho con el resto de los jóvenes durante todo el Camino; a nuestra Super Mónica, quien, con una dedicación total, atendió las ampollas y malestares de muchos de los chicos y chicas, junto a Carmen, profesora de Geografía e Historia, cuyo saber hacer con los jóvenes siempre es una fuente de aprendizaje; y, por último, a mis compañeros de profesión y de fatigas, a los profesores de Religión que han participado en la preparación de este Camino: Chema, Pepe y Tomás. También quiero tener, antes de terminar esta entrada, un afectuoso recuerdo y agradecimiento hacia María, la hija menor de Carmen, y Miguel, mi hijo mayor, quienes también nos pudieron acompañar y realizar la actividad, como dos peregrinos más, haciendo que la experiencia del Camino fuera más entrañable.
Para terminar, en espera de que me lleguen más fotos, os pongo a continuación una amplia selección de las mejores que realicé con mi cámara durante el Camino. Espero que sirvan para dar una idea de toda la riqueza que hemos encontrado en esta actividad y, así, animar a que más gente se decida en el futuro a realizar esta experiencia tan enriquecedora como es el Camino de Santiago.
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