En estos días, en que está en boca de todos el famoso "Halloween", empieza a oirse también un término que se le parece mucho: "Holywins". Este juego de palabras significa "la santidad vence" y se presenta como una propuesta alternativa ante la costumbre, venida de Estados Unidos, de disfrazarse y maquillarse con referencias tétricas y tenebrosas, próximas a los espíritus, deformaciones, mutilaciones y la muerte.
En su sentido original "Halloween" significa "víspera de todos los Santos", pero, en la actualidad esta celebración, tal y como se lleva a cabo, no guarda ninguna relación ni con el cristianismo, ni con la fe cristiana. Su modo de situarse ante el bien y el mal, la vida y la muerte, es muy diferente al mensaje de Jesús de Nazaret y a la Tradición de su Iglesia. Por eso, no es de extrañar que la Iglesia Católica quiera recuperar el verdadero sentido de estos días y recordar, con alegría y esperanza, a todos los hombres y mujeres que, a lo largo de la historia, siguieron de forma heroica a Jesucristo: los Santos.
El objetivo no es ir contra Halloween, si no recuperar lo propio de la fe cristiana, que es celebrar el triunfo de la vida y promover la belleza y el bien. Por ello, frente a los disfraces de los muertos vivientes, recordar a los Santos y Santas del Cielo es reconocerles como ejemplos de vida y celebrar que todos estamos llamados a ser felices, pues todos podemos llegar a ser santos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario