¡Apaga el móvil! ¡Disfruta de la vida!

Navegando por internet, me he encontrado por casualidad con este interesante vídeo, que advierte de los riesgos de mantenerse permanentemente conectado al teléfono móvil. El vídeo original, hecho hace apróximadamente un año, es de Gary Turk y su título en inglés es "Look up" ("Mira arriba" o, también, "Levanta la vista"). He estado buscando una versión que estuviera traducida al castellano, pues el vídeo original está en inglés, y el que os pongo es el que más me ha gustado de todos los que hay en youtube.

La importancia del vídeo está en el mensaje que quiere transmitir. Intenta desmontar la creencia popular de que sin el teléfono móvil, sin estar en las redes sociales, sin tener seguidores o amigos con los que te puedes conectar, es como si estuvieras solo... ¡No eres nadie!

Y es todo lo contrario. Por estar enganchado al móvil, al chat, a las redes sociales,... te puedes perder todo lo bonito que te ofrece la vida y el encuentro con los demás: las sonrisas, los abrazos, momentos intensos compartidos, que llevan a un camino juntos, una amistad, un amor,... Nos podemos estar jugando nuestra felicidad por estar siempre mirando hacia abajo, hacia la pantalla del móvil. Un móvil no puede sustituir a las relaciones humanas, pues podemos caer, sin pretenderlo, en el individualismo y en reducirnos a meros apéndices de una tecnología que, al final, es caduca.

Qué duda cabe que la tecnología es buena, en cuanto es útil para hacernos la vida más fácil. Pero no es bueno que absorba cada momento de nuestra existencia, ni que se convierta en lo más importante de nuestra vida. La dependencia de la tecnología, como otras dependencias, puede generar insatisfacción, sufrimiento, esclavitud,... y obtener justo lo contrario de lo que se busca: nos puede quitar libertad y hacernos infelices.

Por ello, el vídeo nos invita a relativizar los medios y recursos que la tecnología pone a nuestro servicio. La tecnología debe estar para ayudar al ser humano, no al revés. A menudo, hay que desconectar del móvil, la tableta, el ordenador, la consola y disfrutar más de las personas que nos rodean: familia, amigos, compañeros,... Son las relaciones humanas, y no las cosas, las que conforman y enriquecen nuestra personalidad, nuestra vida y, en última instancia, nuestra felicidad. El ser humano está hecho para la relación, es un ser social, pero, de entre todos los tipos de relación posibles, la que aporta una gran riqueza al individuo es la relación fraterna, desde el amor. Y esa es una relación que exige la cercanía, la proximidad, el encuentro personal, el abrazo cálido y el esfuerzo solidario... Y eso, no te lo puede dar un móvil.

Así que, aunque sea de vez en cuando... ¡Apaga el móvil! ¡Disfruta de la vida!