Lógicamente, esta preocupación de la Iglesia es constante, a lo largo de todo el año, pero el hecho de concretar una fecha es para recordarnos que la causa de la dignidad humana debe ser una preocupación que nos atañe a todos.
Para explicar en qué consiste esta celebración he investigado un poco en la web de las "Obras Misionales Pontifias". En ella tenéis toda la información. Aquí os pongo un apretado resumen.
¿Qué es el DOMUND?
En 1926 Pío XI estableció que el penúltimo domingo de octubre se celebrara en toda la Iglesia el “Domingo Mundial de las Misiones”, en favor de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe (PF), para mover a los católicos a amar y apoyar la causa misionera.
Desde 1943, esta “fiesta de la catolicidad y de la solidaridad universal” se conoce en España como DOMUND (de DOmingo MUNDial). Este nombre ha ayudado a identificar y difundir aún más esta jornada entre nosotros, y su mensaje —una llamada de atención sobre la común responsabilidad de todos los cristianos en la evangelización del mundo— ha calado en la profunda sensibilidad y tradición misionera de nuestro país.
La Jornada Mundial de las Misiones es el momento culminante de una corriente de animación y cooperación misionera que debe desplegarse todo el año, especialmente, a lo largo de todo el “Octubre Misionero”, el mes de las misiones por excelencia.
DOMUND 2011
Para motivar la celebración de este especial día, se ha elegido el significativo lema "Así os envío yo". Estas palabras de Jesús resuenan en cada cristiano, que las siente en su interior como una llamada al compromiso, a seguir a Jesús en el servicio en favor de los más necesitados, al igual que hizo Él, que fue enviado por el Padre ("Así como el Padre me envió, así os envío yo", Jn 20, 21).
Esto es lo que nos recuerda el siguiente vídeo, hecho en Ecuador, con el himno oficial para motivar esta celebración.
¿Por qué hay que ayudar a los misioneros?
* Porque ellos no quieren nada para sí, sólo para aquellos a quienes sirven. Están cerca de los olvidados de la tierra, de quienes pasan hambre en la dolorida África, de los leprosos de la India, de los campesinos olvidados de América Latina, de los afectados por los desastres naturales.
* Porque han consagrado su vida a anunciar el Evangelio a todos los pueblos del mundo. Se han comprometido con el mandato de Jesús "id y anunciad", y por ello necesitan de nuestro cariño y oración para que sientan que detrás de ellos hay una comunidad misionera que les apoya.
* Porque su compromiso es de por vida, y el mejor programa de ayudas es invertir en personas como ellos, que están siempre allí antes, durante y después de las catastrofes; que entregan su vida a los más necesitados, que comparten sus esperanzas y anhelos, ayudándoles en su caminar diario.
¿Quién puede ser misionero?
Muchas veces, cuando comentamos estos temas en clase, se suele pensar que los misioneros son "bichos raros", "seres de otro planeta" o "hechos de una pasta especial", algo que no va con los intereses de los jóvenes, pues es cosa de "gente mayor". Nada más lejos de la realidad. La realidad misionera se puede realizar a cualquier edad. Sólo es necesario dejarse interpelar por la realidad, abrir el corazón y la mente a un mundo y una vida en los que también hay sufrimiento e injusticia y preguntarse ¿qué puedo hacer yo? No se trata de ser héroes, sino de ser conscientes de la situación de necesidad de muchos seres humanos y de convencerse de que, según la capacidad de cada uno, todos podemos aportar nuestro granito de arena en la construcción de un mundo mejor para todos.
Y una vez que te aproximas a esa realidad y la conoces desde dentro, empiezas a entender por qué hay gente que es feliz ayudando a los demás: porque al darse, se abre el corazón al otro y, en esa apertura a la relación, se recibe mucho más de lo que se da. Y el enriquecimiento que se experimenta, engancha, porque te das cuenta que, a pesar de lo que te ofrece una sociedad opulenta como la nuestra, realmente se puede vivir de otra manera para que todos, sin excepción, puedan tener una vida digna.
Para muestra un botón:
Alexia es una joven cristiana a la que tengo la tremenda suerte de conocer, junto con su joven marido, desde poco antes de que ambos realizaran el viaje a Calcuta, cuando aún eran novios.
Los dos vídeos los he sacado de youtube.
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