La frase de San Juan de la Cruz parece remitirnos a aquel versículo del evangelio de Mateo: "Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá." (Mt 7, 7). En cualquier caso, es una invitación al dinamismo, a no quedarse quieto en la búsqueda de la verdad y de la bondad, y salir a su encuentro allí donde puedan estar las pistas necesarias para encontrarlas, ir allí donde se nos pueda enseñar el camino a recorrer hacia lo verdadero y lo bueno y, una vez encontradas las pistas y el camino, recorrerlo en nuestro interior. Porque la verdad y el bien están dentro de cada uno y pugnan por salir, si les dejamos... Sólo hay que abrir nuestro corazón y nuestra mente para que salgan y actúen en nuestra vida... Y, así, seremos felices.
Muy bueno, amigo, esa invitación a despertar y a buscar, y que mejor compañero que Juan de la Cruz, el profeta de la unión con Dios, con su radicalidad, porque toda búsqueda sincera tiene sus renuncias y sus exigencias. Qué el Señor nos mueva a buscarle siempre y que volvamos a ese tesoro escondido en el campo del corazón. Un abrazo
ResponderEliminar¡Querido amigo Marcelo! Paz y Bien.
EliminarMuchas gracias por tus palabras. En efecto, en esta sociedad, en que se nos invita a buscar lo bueno en el exterior al hombre, en el acumular, en imitar a ídolos de barro,... viene bien recordar las sabias palabras de los que nos precedieron en la búsqueda de lo bueno y verdadero, para centrarnos en lo verdaderamente importante y evitar la dispersión de nuestra mente y nuestro corazón.
Un abrazo fraterno.
José Manuel