En los tiempos actuales, en los que vivimos cada día con noticias terribles de violencia extrema (persecución a cristianos en Irak, atentado terrorista en París,...), resulta una delicia y una bocanada de aire fresco encontrar vídeos como el que os pongo en esta entrada. La ternura de estos niños muestra la actitud que debiéramos tener los adultos en nuestras relaciones interpersonales y sociales. Si fueramos capaces, como lo son ellos, de desterrar la violencia de nuestro corazón y de decir, clara y rotundamente, ¡No! a los actos que pueden dañar a otros, estaríamos en el camino de construir una sociedad en la que todos tuvieran cabida, fueran queridos y viviéramos en paz.

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