Una vez más, encontramos en la Ciencia una puerta abierta a la Religión. En las palabras del sabio científico alemán, de origen judío, encontramos esa complementariedad, que ya hemos afirmado en otras ocasiones en este portal, entre Ciencia y Religión. A la hora de investigar sobre la realidad, todos los ámbitos del saber nos servirán de aproximación para poder conocerla, entenderla y abarcarla. Si rechazamos alguno, podríamos cometer el error de reducir nuestra capacidad de saber y, por extensión, reducir la realidad a nuestros intereses. Sin embargo, ese conocimiento de la naturaleza nunca podrá ser total, pues siempre estará esa puerta, por pequeña que sea, solamente abierta al misterio, a la incertidumbre, al único razonamiento posible que hace descansar en un Ser Superior, en Dios, la última explicación que da sentido verdadero y profundo a toda la realidad y a toda la historia.
Por separado, nos darán un conocimiento parcial. Juntas pueden llevar nuestro corazón a buscar respuestas donde ninguna de las dos puede encontrarlas aisladamente. Seamos, pues, capaces de abrir nuestra mente y nuestro corazón para hallar las respuestas que nos den plenitud desde cualquier ámbito del saber.
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