Hoy, en el portal de noticias "Zenit" me topé con un artículo cuyo título me llamó la atención: "De Wimblendon a Medjugorje". Me pregunté: ¿cuál será la relación entre el famoso torneo de tenis del Reino Unido y el no menos famoso lugar mariano de peregrinación en Bosnia-Herzegovina? El subtítulo me término de atrapar: "Del sufrimiento a la donación, historia de una tenista que ha descubierto el amor de Dios". Y ya tuve que leer todo el artículo e investigar un poco quién era esa tenista.
Su nombre es Mara Santangelo y fue tenista profesional hasta el año 2010, en que tuvo que finalizar una prometedora carrera deportiva, debido a las lesiones provocadas por una leve malformación en los pies desde su nacimiento. Acaba de editar un libro, "Te lo prometo", en que cuenta su vida y su proceso de conversión. Esta es su historia, según aparece en el portal "Zenit" (la negrita es nuestra):
...Mara Santangelo, una tenista italiana, con talento y determinada, la
cual aún teniendo un problema en los pies que le hace sufrir cada vez
que juega, el 22 de junio del 2005 estuvo a punto de realizar el sueño
de su vida: jugar en Wimblendon, el campeonato mundial de tenis y ganar
contra una de las jugadoras más fuertes: la estadounidense Serena
Williams.
Sin embargo, precisamente en el mejor momento, después de haber
ganado el primer set, los dolores en el pie izquierdo se hacen
insoportables, pide permiso para ir al baño, se quita las zapatillas y
sus pies eran un baño de sangre.
Estoicamente Mara vuelve al campo, juega durante los dos sets
siguientes, pero no hay más partido, no consigue apoyar más lo pies sin
sentir punzadas de dolor. Su humor es negro, reza y se lamenta, se dirige a su madre en el
cielo, se enfada con el Señor porque parece que la haya abandonado
precisamente en el momento más importante.
Aún sufriendo en los pies desde su nacimiento por una leve malformación,
Mara había prometido a su madre que llegaría a Wimbledon y se
convertiría en una campeona de tenis. No obstante esta decepción, Santangelo sigue adelante y en el 2006,
junto con Francesca Schiavone, Flavia Pennetta y Roberta Vinci conquista
la Copa del Mundo (fed Cup). Su set es decisivo cuando gana a la belga
Kirsten Flipkens llevando a Italia al dos a dos. En el quinto y
conclusivo partido la campeona Justine Henin se vio obligada a retirarse
e Italia gana por primera vez la Fed Cup.
Santangelo comenzó a jugar al tenis con 5 años. A los 12 fue
convocada al Centro Técnico Federal y siempre ha formado parte del
equipo nacional. Profesional del 1998 al 2010 ha ganado cuatro veces contra las
primeras diez del ranking mundial, cuenta con 9 torneos vencidos en
individual y 23 en dobles.
No obstante su capacidad de resistir al dolor al final del 2009 Mara
debe rendirse. Después de otra lesión, le diagnostican el Neuroma de
Morton que implica la eliminación de un nervio. Desde ese momento Mara
no podrá jugar más a nivel profesional.
En el libro donde cuenta su historia "Te lo prometo - el partido de
la vida, la fuerza de la fe, el valor de levantarse" editado por Piemme,
Santangelo escribe:
"Dejar el tenis ha sido duro. El infortunio que siempre me ha dejado lejos de la victoria y de los campos de juego me ha obligado a combatir el partido más difícil de mi vida. No es un punto, no es un juego, no es un set, no es un partido. Es el camino de la fe que, de repente, después de tanto buscar, me ha iluminado el alma en Medjugorje conduciéndome donde no imaginaba poder llegar".
El libro de Santangelo fue presentado el 20 de julio en San Benedetto
del Tronto en el contexto de la XIII edición de la manifestación
"Escritores bajo las estrellas" promovida por la librería "la
Bibliofila". En el libro la autora cuenta su historia agonística y humana. Una
vida difícil, con los padres que se separan cuando ella era aún pequeña.
Su amada madre muere en un accidente de tráfico, cuando ella tenía solo
16 años. Un luto nunca aceptado en el fondo. Un intento de reacción que la
empuja a seguir adelante por la promesa hecha a la madre y una
determinación que refleja la rabia contra el dolor que sufría en los
pies.
En realidad Mara estaba enfadada con el mundo, por el dolor de
pies y por la pérdida de su madre. En su camino encuentra muchas
personas que la querían mucho y la ayudaban como Giampaolo Coppo, su
entrenador, "maestro en el campo y en la vida" y muchos otros que
encontrará después de un viaje a Medjugorje.
Toda la primera parte del libro es la historia de esta rabia, y de
una incapacidad de Mara de aceptar el dolor que la penaliza y que le
impide hacer lo que más ama, jugar al tenis, y el destino adverso y
cruel que la ha privado de su amada madre. Mara no consigue librarse de los tormentos hasta que no decide ir a
Medjugorje. Intensísima la parte del libro en la que cuenta la noche que
cambió su vida. Mara que se decía capaz de "hacer apenas la señal de la
cruz y apenas recuerda el Ave María" cuenta la primera confesión
después de años de silencio y de clausura. En fila frente al
confesionario, Mara tiene miedo, pero busca el valor, se dice "Jesús
entenderá mis fragilidades. Fuerza Maretta, peor que Williams este
sacerdote no podrá ser nunca".
Era desde el día de la Primera Comunión que Santangelo no se
confesaba. Después de arrodillarse confiesa todo, un río que se inunda.
Se siente amada, entendida, escuchada y una serenidad que nunca había
sentido.
Ha escrito en el libro "ha sido el inicio de una nueva vida". Así
Mara Santangelo, tenista con talento y fuerte, siempre muy reservada,
comienza a hacer asistencia y acogida a otros. Entra en el grupo de
Chiara Mirante "Nuevos horizontes" y participa activamente en la
iniciativa "abrazos gratis". Confiesa "¡que felicidad ser útil al
prójimo. Que alegría acoger con amor, buscando ser fuente de compartir!"
A quién le ha preguntado: "¿por qué una persona de éxito como tú, que
tiene de todo, se pone en medio de una calle a regalar abrazos?" Mara
responde: "nuestra existencia no es nada sin amor, sin un corazón
dispuesto a donar, a amar y ser amado".
"El verdadero renacimiento espiritual - concluye Mara - está en entender que a través de ti, otros pueden ver una luz que va más allá de tu persona, más allá de la carne y la materia; la luz resplandeciente de Cristo".
Impresionante testimonio el de esta mujer que, por sus circunstancias tuvo que renunciar a su ilusión y, a cambio, encontró el camino que colmaría todos sus anhelos: el camino de Cristo. Por si se quiere saber más de la historia de esta mujer os invito a entrar en su web oficial y en su portal en youtube, aunque os hará falta un traductor, pues están en italiano.
Las fotos se han obtenido del portal "Camino católico", excepto la última que está sacada de la web oficial de Mara.
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