Ayer, 1 de mayo, el Papa Benedicto XVI declaró beato a su predecesor Juan Pablo II, tan solo 6 años después de su muerte, pero, según parece, cumpliendo con rigor todas las fases de un complicado proceso que, muy probablemente, terminará con su canonización y elevación a los altares como santo.
El camino de santidad es un camino de perfección al que todo ser humano está llamado. No hay que ser un superhombre, ni estar hecho de una "pasta especial", ni hay que ser obligatoriamente Papa o persona consagrada. Hay que ser conscientes de que nuestra vida está hecha para los demás y es en el servicio a los demás como nuestra vida se realiza en plenitud, como hizo Jesús de Nazaret y, tras Él, muchísimos hombres y mujeres que fueron felices al dedicar su vida para dar vida a otros.
La Iglesia, para estar segura de que una persona es digna de ejemplo y veneración, pide que se le reconozca, al menos, un milagro (condición de beatitud) y otro posterior (condición de santidad). Por eso, realiza una investigación rigurosa y detallada, que está muy bien resumida en el vídeo que os pongo sobre el proceso que se ha llevado a cabo con, el ya beato, Juan Pablo II.
Si alguien quiere ser beato y santo que vaya tomando nota y se apunte la receta.
El vídeo está tomado del canal "Rome Reports", cuya web en español es: http://www.romereports.com/palio/index.php?newlang=spanish
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