Como complemento, sí pudimos pasar a la Basílica de San Vicente, enfrente de la Catedral de Ávila, erigida en el lugar del martirio de los tres jóvenes hermanos de Toledo, Vicente, Sabina y Cristeta, cuya odisea viene relatada en el baldaquino situado en el crucero de dicha basílica.. Y, para finalizar, después de comer pudimos subir a un tramo de la magnífica muralla que rodea el casco antigüo de la ciudad.
Fue un día muy bien aprovechado, en el que nuestros alumnos, gracias al buen tiempo y a su buen comportamiento, pudieron disfrutar de una jornada cultural y convivencial que dejó a todos un buen sabor de boca.
Antes de dejaros una selección de las fotos de la actividad, he de agradecer de corazón y muy sinceramente la ayuda y compañía en el cuidado de los alumnos de los profesores de música que me acompañaron, por segundo año consecutivo a esta actividad. Muchas gracias a Marta y Enrique por su disponibilidad.
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